sábado, 13 de noviembre de 2010

Diálogo entre un filósofo, un judío y un cristiano de Pedro Abelardo

Pedro Abelardo, el eterno amante de Heloísa, no sólo fue un polemista y lógico brillante dentro de los límites de la "lógica vieja" (previa a la recuperación de todo el Organon aristotélico), sino que además fue un verdadero adelantado a su época en el terreno de la moral, con una ética intencionalista que alcanzaría su punto culminante con la moral kantiana. En esta ocasión tenemos una edición bilingüe de su última obra, un diálogo que pone sobre las espaldas de la tradición cristiana lo que ella misma ha dado lugar: un proceso de secularización (que usualmente se asume como contrario a ésta) en el que la moral religiosa da lugar a una ética racional, la única con la cual el diálogo entre identidades contradistintivas se hace posible. Además de ello, en esta obra, Abelardo nos da pie a revalorar (justamente en una cultura secular) una hermenéutica bíblica guiada por la caridad, en lugar de valerse de la autoridad tradicional o interpretaciones literales. En suma, un elogio de la razón crítica y un alegato contra las creencias fundamentalistas, que complementa cabalmente su Ética o conócete a ti mismo.

Chenu ha calificado a Abelardo como "el primer hombre moderno". Como esta obra ratifica, no puede dársele mejor calificativo.

Título: DIÁLOGO ENTRE UN FILÓSOFO, UN JUDÍO Y UN CRISTIANO 
Autor: PEDRO ABELARDO
Páginas: 350
Editorial: Losada
Ciudad: Buenos Aires
Año: 2003
Traductor: Silvia Magnavacca
ISBN: 950-03-9258-5
Materia: Filosofía medieval

Reseña editorial:
Como en un sueño, tres hombres medievales se encuentran en un cruce de caminos. Son un filósofo, un judío y un cristiano. El primero confía en la ley natural; el segundo, en la alianza establecida por sus antepasados con Yahveh; el tercero, en la palabra del Verbo encarnado en Jesús. Pero los aúna una meta común: buscan a Dios como bien sumo del hombre desde senderos diversos. Y deciden confrontar esas sendas con la guía de la razón ante un juez igualmente imaginario. Pero el juez no habrá de pronunciar su veredicto. Esta obra de Pedro Abelardo, el célebre y combativo filósofo del siglo XII, nos ha llegado inconclusa. Tal vez es mejor así, porque su mismo planteo es el de una tarea inacabable. Más allá de las categorías en las que está concebida, propias de la Edad Media, este diálogo nos propone el desafío de la convivencia, el sueño de la unidad en la diversidad, el rigor de una razón que no renuncia a la verdad, la necesidad de la virtud. Cada lector escribirá ese dictamen pendiente.

Página Web de la Editorial Losada.

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