domingo, 26 de agosto de 2012

Las conferencias de Londres de Edmund Husserl

En 1922, a sus 63 años, Edmund Husserl viajó a Londres para dictar cuatro conferencias bajo el título "El método fenomenológico y la filosofía fenomenológica". Más allá del interés por divulgar la fenomenología entre los ingleses, estas conferencias eran su primer intento de una exposición sistemática de la fenomenología trascendental; el mismo que luego fue "recogido y ampliado" (cf. carta a Ingarden del 14-12-1922) en su curso de Friburgo de 1922/23, llamado Introducción en la filosofía (Einleitung in die Philosophie. Vorlesungen 1922/23, Hua. XXXV, ed. B. Goossens, Dordrecht; Boston; Londres: Kluwer Academic Publishers, 2002). La presente traducción al castellano toma precisamente los anexos de este curso en la edición de la Husserliana XXXV que corresponden a las conferencias de Londres; esto es, las páginas 311-340 y 365-374, así como las notas posteriores de Husserl en Friburgo y el Syllabus de las conferencias londinenses. Dicha traducción ha sido cuidadosamente contrastada y completada con los manuscritos originales, con la primera edición (incompleta) de las Conferencias y con la edición francesa previa también a Husserliana XXXV.

Fiel a la rigurosidad científica en su trabajo de autofundamentación de la filosofía como reina de las ciencias, Husserl no llegó en estas conferencias a exponer cabalmente la sistematicidad que pretendía para la fenomenología trascendental. Ese camino lo continuó, como él mismo refiere en el Prólogo a la edición inglesa de Ideas I, en las Conferencias de París y en las Meditaciones cartesianas. No obstante, estas conferencias echan luz sobre el modo como va concibiendo la trascendentalidad y lo originario en la disciplina fenomenológica. Para Husserl, al ser la filosofía la ciencia más universal, sólo puede cumplir con su tarea en la medida en que se justifique absoluta y apodícticamente ella misma. Si bien todo filósofo decisivo de la tradición occidental ha reparado en ello, Husserl toma como antecedentes directos a Platón y a Descartes, que son cada uno a su modo "filósofos que comienzan" (aquí Husserl va trabajando esta noción sinónima a la del "filósofo principiante"), para postular luego a la fenomenología como ciencia eidética. Para quien está familiarizado ya con Ideas I y con La filosofía como ciencia estricta, está noción de "ciencia de esencias" no es extraña, así como tampoco su separación de las ciencias de hechos y su actitud natural que, en tanto limitada por el paradigma fisicalista del que dependen, debe ser puesta de lado para desarrollar la actitud trascendental de la filosofía fenomenológica, que se erige como lógica normativa que une los fundamentos de todas las ciencias y que genera, en consecuencia, un cambio fundamental en la actitud del científico.

Dicho "comenzar" del filósofo marca el sentido de la aproximación husserliana que da primacía a la práctica sobre la teoría en tanto que no se trata de un comienzo sin supuestos, sino de una necesidad práctica en su origen: la de la responsabilidad del filósofo, en su inmersión personal, al disponerse a pensar radicalmente.


Título: LAS CONFERENCIAS DE LONDRES. MÉTODO Y FILOSOFÍA FENOMENOLÓGICOS
Autor: EDMUND HUSSERL
Formato: 13,5 x 21 cms.
Páginas: 176
Editorial: Sígueme
Ciudad: Salamanca
Año: 2012
Traducción: Ramsés Leonardo Sánchez
ISBN: 978-84-301-1804-5

Reseña editorial:
Las cuatro conferencias dictadas por Husserl el año 1922 en la Universidad de Londres constituyen una verdadera introducción a la fenomenología.

El punto de partida es el despojamiento (epojé) de todo saber previo y el conocimiento radical de sí mismo, con el fin de alcanzar la comprensión del sentido originario de la vida natural. Es un ethos que radicaliza la historia de la filosofía ‒desde su fundación socrático-platónica hasta el descubrimiento cartesiano de la subjetividad‒, y que desemboca en la fenomenología trascendental.

El método fenomenológico tiene como objetivo convertir a la filosofía en la lógica de todas las ciencias, pues la fenomenología es la única ciencia capaz de autofundarse. Ahora bien, para ello deberá esforzarse por establecer la relación originaria entre los principios aprióricos sobre los que se funda, sin perder jamás de vista «la libre autodeterminación» del sujeto que quiere conocer verdaderamente.

Página Web de la editorial Sígueme.

viernes, 24 de agosto de 2012

Heráclito de Martin Heidegger


En su conocido estudio sobre Heráclito, Jean Brun (Héraclite, ou le philosophe de l’éternel retour, París: Seghers, 1969, p. 13) afirmaba que:
es quizás Heidegger quien mejor ha sabido darle una nueva actualidad al filósofo de Éfeso, a quien con frecuencia aproxima a Parménides. Heidegger ve en Heráclito a aquel que, después de Anaximandro, ha formulado el verdadero problema: el de la relación que hay entre el ser y los existentes en una filosofía para la que el ser está dado como lo que se muestra y se oculta, mientras que los existentes permanecen en el error y en la errancia porque participan del ser sin poseerlo.
Por su parte, en su artículo sobre el logos de Heráclito ("Logos (Heráclito, fragmento 50)", trad. de Eustaquio Barjau, en: Heidegger, Martin, Conferencias y artículos, Barcelona: Serbal, 1994, pp. 179-199) observaba Heidegger que:
La sentencia de Heráclito parece comprensible desde todos los puntos de vista. Sin embargo, aquí todo sigue siendo cuestionable. Lo más cuestionable de todo es lo más evidente, a saber, nuestra presuposición de que, para nosotros, los que hemos venido después, para la inteligencia de la que nos servimos todos los días, lo que Heráclito dice tiene, de un modo inmediato, que resultar evidente. Es esto una exigencia que, presumiblemente, no se ha cumplido ni siquiera para los contemporáneos de Heráclito, como tampoco se ha cumplido para sus compañeros de viaje.
En efecto, el logos de Heráclito se deja oír no en su claridad, sino más propiamente en su oscuridad, en ese ocultamiento de su decir fundamental que se pierde cuando se le pretende evidente. Heidegger se interesó en el logos heraclíteo no por sí mismo, sino en el marco de su proyecto de reconocimiento del olvido del ser en la historia de la filosofía occidental. Ese interés, que se deja rastrear en diversos textos, se centró en su interpretación del logos como "reunión" (Sammlung); esto es, como armonía de los opuestos y, de modo particular, de la distinción entre el ser y lo ente. No resulta extraño por ello que aparezca Heráclito mencionado también en el último capítulo ("La delimitación del ser") de su Introducción a la metafísica (Barcelona: Gedisa, 1998), en la que Heidegger cuestionaba la común oposición entre Heráclito y Parménides, sosteniendo en cambio que "Heráclito —a quien, en abierta oposición con Parménides, se le atribuye la doctrina del devenir— dice, en verdad, lo mismo que aquél" (p. 135).

Además de los dos textos mencionados y del artículo "Alétheia (Heráclito, Fragmento 6)", Friedrich-Wilhelm von Herrmann editó, estando todavía vivo Heidegger, su seminario del semestre de invierno de 1966/67, dedicado a Heráclito y co-dictado en Friburgo con Eugen Fink (Frankfurt am Main: Vittorio Klostermann, 1970, 266 p.). Este seminario está traducido al castellano por J. Muñoz y S. Mas (Barcelona: Ariel, 1986, 215 p.). Por otro lado, dentro del plan de la Gesamtausgabe, se publicaron después los cursos sobre Heráclito correspondientes a los semestres de verano de 1943/44 (Heraklit. 1. Der Anfang des abendländischen Denkens (1943) / 2. Logik. Heraklits Lehre vom Logos (1944), Bd. 55, Frankfurt am Main: Vittorio Klostermann, 1979, 418 p.). Son estos últimos los seminarios sobre Heráclito que no habían sido traducidos al castellano y que ahora ha traducido Carlos Másmela dentro del proyecto de la Biblioteca Internacional Martin Heidegger, asociada en esta ocasión con la editorial El hilo de Ariadna.

En estos dos seminarios se observa cómo Heráclito es, para Heidegger, el pensador del logos originario que pronto fue olvidado por la tradición de la metafísica occidental. En ese sentido, Heráclito es un maestro que, al enunciar una verdad (des-velamiento, a-letheia) que ama ocultarse, nos devuelve a ese pensar originario propio de la existencia auténtica.


Título: HERÁCLITO
Autor: MARTIN HEIDEGGER
Formato: 22 x 16 cms.
Páginas: 456
Editorial: El hilo de Ariadna; Biblioteca Internacional Martin Heidegger
Ciudad: Buenos Aires
Año: 2012
Traducción: Carlos Másmela
ISBN: 978-987-23546-4-0

Reseña editorial:
Heráclito incluye dos seminarios dictados en la Universidad de Friburgo: “El inicio del pensar occidental (Heráclito)”, del semestre de verano de 1943, y “Lógica. La doctrina de Heráclito del Lógos”, del semestre de verano de 1944.

En el primero, Heidegger parte de la figura de Heráclito como filósofo “oscuro” para rebatir las interpretaciones tradicionales de su pensamiento y hacer surgir una reflexión que no desatienda aquella verdad inicial que sólo se revela al ocultarse. Sobre la base de un reordenamiento propio de los fragmentos transmitidos, Heidegger analiza de modo inmanente las relaciones que establecen conceptos fundamentales del pensar griego como ser, ente, naturaleza y verdad, a la vez que expone los límites y los desvaríos del pensamiento metafísico cada vez que éste se ha confrontado con el pensar inicial.

En el segundo, Heidegger desarticula la tríada científica griega (lógica, física y ética) para mostrar cómo en la equiparación de lógica y pensamiento se ha fundado el destino de Occidente. El cuestionamiento de la metafísica (en cuanto vía que impide escuchar el Lógos originario) alcanza aquí su mayor potencia, al mismo tiempo que se despliegan en toda su multiplicidad los diferentes caminos que pueden conducir al hombre, en cuanto resguardador del ser, a la esencia inicial del Lógos.

Página Web de la Editorial El hilo de Ariadna.