domingo, 25 de septiembre de 2011

Friedrich Schiller: estética y libertad de María del Rosario Acosta (editora)

Quizá no haya filósofo más compenetrado con la esencia de la tragedia y el drama moderno que Friedrich Schiller. No es el caso de Nietzsche porque éste se alejó explícitamente de lo dramático al separarse de Wagner, al punto de oponer el drama a la música, y no obstante había discutido ya con Schlegel y había valorado de Schiller que "considera al coro como un muro viviente tendido por la tragedia a su alrededor para aislarse nítidamente del mundo real y preservar su suelo ideal y su libertad poética" (El nacimiento de la tragedia, 7). Schiller fue muy leído en su momento y gracias a él la estética kantiana aumentó, aunque con variaciones, sus resonancias entre los artistas románticos. La Crítica de la facultad de juzgar de Kant le había dado la justificación filosófica para valorar la experiencia estética como "experiencia de libertad, de juego, de apertura a la contingencia de la naturaleza" (p. 13), y sus propios ensayos filosóficos sobre lo sublime y sobre el valor moral de la libertad estética tuvieron un influjo decisivo en el Romanticismo.

En las universidades, sin embargo, no tuvo la misma suerte, y menos aún en las iberoamericanas. Por eso no pueden ser sino elogiables, con todas sus limitaciones, los intentos por suplir ese vacío. La presente compilación corresponde a un evento celebrado en la Universidad Nacional de Colombia el año 2006, con ocasión del bicentenario del poeta, dramaturgo, historiador y filósofo. Sus limitaciones se deben no a la calidad de los textos compilados, sino a su pequeño número: se trata de sólo cinco estudiosos, incluyendo a la compiladora (especialista en lo sublime schilleriano), al español José Luis Villacañas (de quien se incluyen dos artículos), al venezolano Ezra Heymann, el colombiano Jaime Francisco Troncoso y el estadounidense Frederick Beiser (que no participó en el evento original). Sin embargo, la edición, que está bien cuidada y ofrece tanto un índice onomástico como uno analítico, inusuales en nuestros medios, ha sido acertadamente complementada con la también necesaria e impostergable traducción de dos breves textos de Schiller: "Sobre el fundamento del placer ante los objetos trágicos" (traducido por Miguel Gualdrón) y "Sobre el arte trágico" (traducido por María del Rosario Acosta López). El primer texto se inscribe dentro de su crucial polémica con Gottsched y, en menor medida, con Lessing. Lo que Schiller rechaza es la pretensión de que el arte deba ser un instrumento de educación moral. Para él, en línea kantiana, su labor es fundamentalmente la de producir placer. Pero Schiller se opone igualmente a Rousseau, quien, en su famosa Carta a D'Alembert sobre los espectáculos, reducía al arte a mero entretenedor. Para Schiller, y en ello consiste toda su valiosa empresa estética, el arte es decisivo en la formación moral de la persona, pero no por tener contenidos moralizantes -lo que desde Kant le aparece como una vía negada-, sino únicamente a partir de sus propios efectos estéticos; principalmente en lo tocante al carácter contingente de la naturaleza, y, con ello, a los fundamentos estéticos de la libertad humana.

Por eso también Frederick Beiser dice en su texto, motivo de su esperanza en el futuro de los estudios schillerianos, que "a través de toda esa prosa algunas veces tortuosa, Schiller está luchando por decir algo que no se encuentra dicho en ningún otro lugar"; algo sin lo cual, cabría agregar, ni la poesía de Hölderlin ni la filosofía de Hegel hubiesen sido las mismas. Esa lucha suya, como señalaba Nietzsche, era una afirmación de que "no basta con que se tolere solamente como libertad poética aquello que es la esencia de toda poesía" (ibid.).



Título: FRIEDRICH SCHILLER: ESTÉTICA Y LIBERTAD
Editora: MARÍA DEL ROSARIO ACOSTA LÓPEZ
Formato: 15,5 x 23 cms.
Páginas: 222
Editorial: Universidad Nacional de Colombia
Ciudad: Bogotá
Año: 2008
Traducción: Miguel Gualdrón y María del Rosario Acosta López
ISBN: 978-958-719-134-9


Reseña editorial:

El objetivo de esta compilación es introducir a los lectores a una amplia gama de interpretaciones y contribuciones al pensamiento de Friedrich Schiller, dramaturgo, filósofo e historiador alemán de finales del siglo XVIII. Recordar a Schiller, volver a leerlo, reinterpretarlo a la luz de nuestras preocupaciones contemporáneas: tales son las tareas que cada uno de los autores de este libro se ha propuesto a través de los artículos que lo componen. ¿Cómo pensar la libertad en un mundo que, como nos lo enseñan también la literatura y la historia, está lleno de contingencias y contradicciones?; ¿cómo poner en escena esos conflictos y hacer del teatro, con esto, un espacio clave de reflexión?; ¿cómo nos prepara ello para la historia y para la vida?: tales son las preguntas que, como podrá comprobarlos el lector de este libro, aborda Schiller con claridad magistral, interpelándonos una y otra vez a pensar nuestra condición humana.

Se puede encontrar el índice y el texto de los dos primeros artículos en la página Web de la Universidad Nacional de Colombia.

Se puede también escuchar los audios de la presentación del libro.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Filosofías de la India de Heinrich Zimmer

Que sólo pueda llamarse "filosofía" a la peculiar forma del pensamiento griego que nace con Tales y que alcanza su primera gran cima con los diálogos de Platón, es desconocer la influencia y el continuo diálogo que la tradición filosófica griega mantuvo con otras tradiciones como las de la India. Además, éstas tienen ese derecho porque, como afirma Heinrich Zimmer, uno de los más renombrados indólogos del siglo pasado:
La filosofía india, como la occidental, nos informa acerca de las estructuras y potencias mensurables de la psique, analiza las facultades intelectuales del hombre y las operaciones de su mente, evalúa diversas teorías del entendimiento humano, establece los métodos y leyes de la lógica, clasifica los sentidos y estudia los procesos mediante los cuales aprehendemos, asimilamos, interpretamos y comprendemos la experiencia.
Los filósofos hindúes, como los de Occidente, se pronuncian sobre los valores éticos y los criterios morales. Estudian también los rasgos visibles de la existencia fenoménica, criticando los datos de la experiencia externa y sacando conclusiones con respecto a los principios en que se basa. En una palabra: la India ha tenido y aún tiene sus propias disciplinas psicológicas, éticas, físicas y metafísicas (pp. 23-24).
Y sin embargo, tan pronto saltan las similitudes como sus diferencias fundamentales. Por eso Zimmer agrega:
Pero la principal preocupación —en notable contraste con los intereses de los modernos filósofos occidentales— ha sido siempre no la información sino la transformación: un cambio radical de la naturaleza humana y, con él, una renovación de su manera de entender tanto el mundo exterior como su propia existencia: transformación tan completa como es posible, y que, si tiene éxito, equivaldrá a una total conversión o renacimiento (p. 24).
Desde sus primeras páginas, el estudio de Zimmer cautiva al lector y lo introduce sugerentemente en los distintos momentos y vertientes de las filosofías de la India. Por ejemplo, al narrar cómo se genera hacia el siglo VIII a.C., antes que en Grecia, el giro a la subjetividad que supuso no sólo un desplazamiento de "la atención de los problemas referentes al universo externo y a las esferas tangibles del cuerpo concentrándola en lo íntimo e intangible", sino que al mismo tiempo implicó un quiebre en la piedad hacia las divinidades cósmicas, para más bien "alcanzar un estado de permanente autoconciencia mediante el mero pensar, el autoanálisis sistemático, el control de la respiración y las severas disciplinas psicológicas del yoga" (pp. 27-28). Lo único lamentable es que a Zimmer no le alcanzara el tiempo para concluir esta obra, cuyos últimos apartados quedaron en meros esbozos, pero que han sido eficazmente reconstruidos y completados por Joseph Campbell, alumno suyo en Columbia.

La obra se divide en tres partes: "El bien supremo", "Las filosofías del tiempo" y "Las filosofías de la eternidad". La primera, a su vez, se subdivide en "El encuentro de Oriente y Occidente" y "Los fundamentos de la filosofía india", concluyendo con un apartado sobre Brahman. Dentro de la segunda, se encuentran las filosofías del éxito, del placer y del deber. Y en la tercera: el jainismo, el sankhya, el yoga, el brahmanismo, el budismo y el tantra. La edición de Campbell, además de incluir valiosas referencias cruzadas y notas bibliográficas a lo largo de toda la obra, se cierra con un apéndice sobre "Los seis sistemas" y otro con un cuadro histórico que compara el desarrollo de la tradición occidental con el de la oriental. Es un cuadro muy breve y general, pero igualmente interesante, por ejemplo, para observar cómo coinciden Homero y el surgimiento de las epopeyas indias, aunque no coincidan en el subjetivismo de los Upanishads que se dan en la misma época.

En suma, se trata de una obra que logra con creces el objetivo de Zimmer; a saber, demostrar que
existe y ha existido en la India algo que realmente es filosofía: una aventura tan osada y asombrosa como la más arriesgada que haya emprendido el mundo occidental. Solamente que surge de una situación y una cultura orientales, apunta a fines relativamente extraños al espíritu de las universidades modernas y se sirve de otros métodos: los fines o metas que inspiraron a Plotino, a Escoto Erígena y al maestro Eckhart, así como las especulaciones de alto vuelo de presocráticos como Parménides, Empédocles, Pitágoras y Heráclito (p. 53).



Título: FILOSOFÍAS DE LA INDIA
Autor: HEINRICH ZIMMER
Formato: 15 x 23 cms.
Páginas: 668
Editorial: Sexto Piso
Ciudad: Madrid
Año: 2010
Edición: Joseph Campbell
Traducción: J. A. Vázquez
ISBN: 978-84-96867-64-2

Reseña editorial:
«Este volumen representa la gran contribución de Zimmer a nuestra comprensión de Asia. Es el recuento más completo e inteligente que se haya escrito de esta tradición filosófica tan rica y compleja.» New York Times Book Review

El pensamiento indio, formado por una rica multiplicidad de corrientes, ha sido injustamente desplazado por Occidente, que nunca quiso otorgarle el estatuto de «Filosofía» debido a su estrecha asociación con los símbolos e imágenes del mito. Estos últimos, precisamente, sirven a los filósofos indios para descifrar el carácter paradójico de la realidad, responder así a los enigmas que la misma les plantea y transmitir el conocimiento obtenido a sus discípulos —método y cometido propios de cualquier otra rama de la filosofía—.

Heinrich Zimmer, que dedicó prácticamente toda su vida al estudio y la enseñanza del arte y el pensamiento indios, restituyó a esos pensadores la categoría de filósofos. Pero de su inmensa labor resultaron pocas publicaciones, de ahí que su discípulo Joseph Campbell emprendiera la tarea de compilar y editar las notas dejadas por su maestro tras su temprana muerte. El resultado, Filosofías de la India, es un monumental testimonio de su obra.

Zimmer, a través de Campbell, reconstruye de manera extraordinariamente clara el mosaico del pensamiento indio —rechazado, pero también a menudo utilizado en el mundo occidental de modo superficial—. Éste se despliega a partir de dos grandes ejes: por un lado, las filosofías del «tiempo» —las del éxito, el deber y el placer—, que tratan el comportamiento que se debe tener en este mundo hacia la naturaleza y los demás hombres; por el otro, las de la «eternidad» —desde el jainismo hasta el tantra, pasando por el sā˙nkhya y el yoga, el brahmanismo y el budismo—.

JOSEPH CAMPBELL (Nueva York, 1904-Hawai, 1987) fue un filósofo e historiador de las religiones, reconocido por sus estudios en mitología comparada, producto de los cuales son sus ya clásicos libros El héroe de las mil caras (1949) y los cuatro volúmenes de Las máscaras de Dios (1959-1968). Fue alumno de Heinrich Zimmer en la Universidad de Columbia.

Se puede leer un fragmento en la página Web de la editorial Sexto Piso.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Hegel de Eugen Fink

La editorial Herder ha publicado un muy importante aunque poco conocido estudio sobre Hegel escrito por el filósofo alemán Eugen Fink, de quien se conoce mucho más su estudio sobre Nietzsche, marcado fuertemente por la impronta ontológica de Heidegger. Este otro estudio, sin abandonar la impronta ontológica que es explícita en ocasiones, se ubica en el ámbito fenomenológico heredado de Husserl, de quien Fink fue asistente, y en tanto tal indaga por la condición fenomenológica misma de la Fenomenología del Espíritu de Hegel. Constituye, pues, además de una excelente muestra de exégesis fenomenológica, un puente que tanto une como distingue al filósofo idealista (que a decir de Heidegger fue el punto culminante, más acabado, de la metafísica) y a aquél que, desde el "mundo de la vida", fundó la escuela fenomenológica. La "cosa misma" sobre la que se vuelca aquí la agudeza de Fink es el propio pensar de la metafísica, en su desenvolverse histórico, tal como la pensó Hegel. El libro sigue a lo largo de sus lecciones la estructura misma de la Fenomenología, destacando el paralelo que postula entre esta obra y la Crítica de la razón pura de Kant.

El índice de la obra puede verse aquí.

Título: HEGEL: INTERPRETACIONES FENOMENOLÓGICAS DE LA FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU
Autor: EUGEN FINK
Formato: 14,1 x 21,6 cms.
Páginas: 456
Editorial: Herder
Ciudad: Barcelona
Año: 2011
Traducción: Iván Ortega Rodríguez
ISBN: 978-84-254-2607-0



Reseña editorial:
La presente obra ha sido elaborada a partir de las lecciones de Eugen Fink sobre la Fenomenología del espíritu de Hegel, con las que el autor intentó responder a la exigencia planteada por Edmund Husserl de ir «a las cosas mismas» y filosofar desde ellas a la hora de interpretar un texto de la historia de la filosofía. Fink, destacado representante de la filosofía alemana de la segunda mitad del siglo XX, no se limita a aplicar el instrumental desarrollado por la fenomenología, sino que deja claro que el método y la cosa no han de separarse. Impartidas por primera vez en 1948, estas lecciones, pues, no solo explican los pensamientos de Hegel, y con ello los hacen más comprensibles, sino que son filosofía en sentido genuino.

«Las investigaciones que siguen vienen marcadas no sólo por la pretensión de entender un texto, sino, más bien, de avanzar hacia la “cosa misma” (die Sache selbst) que pueda estar en la mirada pensante de Hegel. Se trata para nosotros, para cada uno de nosotros, de la cosa misma y sólo de ella, en la medida en que aspiramos a hacer comprensible nuestra existencia (Dasein).»

Página Web de la editorial Herder.