sábado, 7 de septiembre de 2013

La mente fenomenológica de Shaun Gallagher y Dan Zahavi


Considerar a la fenomenología iniciada por Husserl como una escuela, una corriente o un método filosófico es correr el riesgo de restringirla a una concepción demasiado estrecha que no dé cuenta de su diversidad de enfoques, tanto teóricos como empíricos, unidos más por una actitud común que puede caracterizarse por su principio de ir "a las cosas mismas", así como por sus estructuras fundamentales (intencionalidad, temporalidad, yo trascendental, corporalidad, intersubjetividad).
 
Desde cierto prejuicio anti-fenomenológico de raigambre positivista, y quizás aun más por Heidegger que por Husserl, es frecuente encontrar reclamos de cómo la fenomenología ha menospreciado o incluso despreciado abiertamente los logros de las ciencias. Esto no es cierto. Husserl mismo, a pesar de sus afortunadas y rigurosas críticas a los reduccionismos naturalistas, estuvo profundamente involucrado con su intento por dotar a las ciencias, tanto naturales como formales y del espíritu, de fundamentos sólidos, de los cuales precisamente carecen las aproximaciones positivistas por su ingenuo realismo ontológico. Por su parte, entre sus seguidores se encuentra también fenomenólogos que no confunden la crítica filosófica de las ciencias con un menosprecio o un aislamiento respecto a ellas. Así, no es extraño que, por ejemplo, más allá de las críticas al psicologismo, desde Husserl mismo, pasando por Jaspers, Sartre, Boss, Binswanger y otros, haya habido un prolijo y provechoso diálogo no sólo con la psicología, sino también con la psiquiatría. La Psicopatología general de Jaspers, por ejemplo, convertida ya en un clásico que sigue reeditándose a pesar de los cien años que tiene de publicada, es una aplicación de la fenomenología husserliana a ese ámbito.
 
Ahora bien, este mismo impulso ha llevado a numerosos fenomenólogos a dirigir su mirada hacia las recientes líneas de investigación de las ciencias naturales, especialmente de las neurociencias, para proponer una "naturalización de la fenomenología", es decir, dejar de lado algunos presupuestos y desarrollos de la fenomenología trascendental que no son fácilmente aceptados por el común de científicos. No obstante, dichas propuestas de naturalización han sido concebidas por sus mismos protagonistas más como una especialización que como una corriente cismática, y no resulta tampoco fácil precisar en qué consiste ella ya que de esto han resultado también enfoques diversos, algunos de los cuales no se alejan propiamente de la fenomenología trascendental. Uno de ellos es el que se viene dando desde hace algunos años en el Centro para la Investigación de la Subjetividad que dirige Dan Zahavi en la Universidad de Copenhague (Dinamarca). Zahavi, formado en las canteras de Lovaina, es coeditor responsable de Phenomenology and the cognitive sciences, una de las principales revistas en el tema, y su aproximación a las ciencias cognitivas y la mente no es sólo a través de un diálogo entre la fenomenología y la filosofía analítica, sino que está volcado a elaborar, dentro de la misma fenomenología, una aproximación original a los problemas de la mente y a los métodos de las ciencias. Es en esa línea que viene dirigiendo desde hace cuatro años una escuela de verano que ha alcanzado renombre en parte también por el libro que en 2008 publicase junto a Shaun Gallagher y que es uno de los trabajos pioneros en fenomenología de la mente. En esta obra, que acaba de ser traducida al castellano, los autores proponen desarrollar una fenomenología que pueda ser incorporada en el diseño de experimentos; es decir, que pueda ser utilizada por los propios científicos y no se limite a ser una evaluación externa y posterior de metodologías realizadas independientemente de las intuiciones fenomenológicas y que, por lo tanto, sólo podrían ser criticadas por sus conclusiones reduccionistas. Este es el principal aporte de la obra. Así, no es que la fenomenología sólo pueda lidiar contra el naturalismo científico una vez que éste ha sido aplicado, sino que puede también adelantarse y tener un diálogo más directo, aportando a las ciencias desde el planteamiento mismo de sus objetivos con esas intuiciones que no son ajenas a la actividad científica sino que están presupuestas por su trabajo empírico.


Título: LA MENTE FENOMENOLÓGICA
Autor: SHAUN GALLAGHER, DAN ZAHAVI
Formato: 17 x 24 cm.
Páginas: 368
Editorial: Alianza Editorial
Ciudad: Madrid
Año: 2013
Traducción: Marta Jorba Grau
ISBN: 978-84-206-7795-8

Reseña editorial:
La mente fenomenológica presenta la primera introducción a las cuestiones fundamentales sobre la mente desde la perspectiva de la fenomenología. Incluye los siguientes temas: ¿Qué es la fenomenología?; La naturalización de la fenomenología y las ciencias cognitivas; Fenomenología y conciencia; Conciencia y autoconciencia; Tiempo y conciencia; Intencionalidad; La mente corporizada; Acción; Conocimiento de otras mentes; Mentes situadas y extendidas; Fenomenología e identidad personal. Los capítulos tienen características que facilitan su comprensión, como gráficos y resúmenes, y la presente edición se publica con un nuevo prefacio y una nota a la edición castellana. Todo ello hace de este libro la introducción ideal a los conceptos clave en fenomenología, ciencia cognitiva y filosofía de la mente.

3 comentarios:

  1. . COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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  2. Hola Arturo Rivas.

    Este semestre veré fenomenología en un curso y el texto principal que trabajaremos será éste por eso me gustaría saber si conoce de alguna base de datos en la que se encuentre en .pdf o si Ud. mismo lo tiene y es tan amable de compartírmelo. Muchas gracias por su posible colaboración.

    Daniel Ortiz Londoño

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